Uma mensagem de Jesus:
João 6:35-36
"Eu sou o pão da vida. Quem vem a mim nunca mais terá fome, e quem acredita em mim nunca mais terá sede. Eu, porém, já disse: Tudo o que o Pai me der, virá a mim. E quem vem a mim, eu nunca rejeitarei."
É preciso ir além do que é claro e explícito, mas nem sempre, e nem podemos descartar o que é diretamente dito, os ensinamentos de Cristo tem estas variantes, mensagens expostas com finalidades diretas, transparentes e aplicáveis ao contextos onde são apresentadas, mas que também se estendem a situações e aplicações para além do momento ou passagem (às vezes de maneira não tão compreensíveis), e que são ricos ensinamentos que transpassam os tempos e os limites ou condições dos que as recebem, em outros locais e circunstâncias para além da sua proclamação. Hoje, só para reforçar, para nós cristãos católicos, ser o pão e o vinho, que alimenta e salva, tem um significado especial, e é parte de nossa doutrina, como memorial ao Cristo, e também como continuidade de sua ação e presença em nós, e na Igreja.
Ainda assim, a mensagem encontrada em João 6, se procedermos a leitura não apenas dos versículos apresentados, e avançarmos um pouco no texto, é de uma força e poder, visíveis e perceptíveis mesmo aos personagens da época, que no texto bíblico chegam a dizer (em João 6:60): "Essas palavras são duras demais. Quem pode continuar ouvindo isso?" Algo que se alinha com o pensamento que assimilamos da mensagem de Cristo.
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É Deus que põe em nós a vontade, o desejo de buscar a salvação, de ir até Cristo. Ele não nos rejeita, e recebendo-nos, nos dá as condições de entender o que é bom, de mudar com escolhas melhores que podemos fazer. É desta forma que nos beneficiamos do sacrifício que Jesus fez, provando de sua palavra, da verdade, do amor, de sua presença que nos alimenta (seu corpo e seu sangue foi o meio), e Ele nos sacia em todas as nossas necessidades espirituais, emocionais, e do que delas decorrem. E nós provamos Dele (o pão e o vinho), toda vez que o buscamos, e mais que no simbolismo na Eucaristia.
Compreender as palavras de Cristo, representa sempre uma oportunidade de transformação, que torna a vida plena e tudo preenche, nos sacia completamente em todos sentidos, e nesta mensagem Ele fala de forma contundente (como dissemos antes), que é Deus quem concede a nós a graça de chegar até Ele, que por sua entrega e por amor ao Pai e também a nós, nos propicia o anseio, o desejo de busca pelo verdadeiro alimento, o Filho, que nos conduz a salvação, e ao final nos leva ao convívio com o próprio Pai.
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Un mensaje de Jesús:
Juan 6: 35-36
"Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed. Pero he dicho: Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí. yo, nunca lo rechazaré ".
Es necesario ir más allá de lo que es claro y explícito, pero no siempre, ni podemos descartar lo que se dice directamente, las enseñanzas de Cristo tienen estas variantes, mensajes expuestos con fines directos, transparentes y aplicables a los contextos donde se presentan, pero que También se extiende a situaciones y aplicaciones más allá del momento o el pasaje (a veces no tan comprensible), y que son ricas enseñanzas que cruzan los tiempos y los límites o condiciones de quienes las reciben, en lugares y circunstancias más allá tu proclamación Hoy, solo para reforzar, para nosotros los cristianos católicos, ser el pan y el vino, que alimenta y salva, tiene un significado especial y es parte de nuestra doctrina, como un monumento a Cristo, y también como una continuidad de su acción y presencia en Cristo. nosotros y en la iglesia.
Aun así, el mensaje que se encuentra en Juan 6, si leemos no solo los versos presentados, y avanzamos un poco más en el texto, es de una fuerza y poder, visible y notable incluso para los personajes de la época, que incluso en el texto bíblico dicen (en Juan 6:60): "Estas palabras son demasiado duras. ¿Quién puede seguir escuchando eso?" Algo que se alinea con el pensamiento que asimilamos del mensaje de Cristo.
Es Dios quien pone en nosotros la voluntad, el deseo de buscar la salvación, de venir a Cristo. No nos rechaza, y recibirnos nos da las condiciones para entender lo que es bueno, para cambiar con mejores elecciones que podamos hacer. Así es como nos beneficiamos del sacrificio de Jesús al probar su palabra, la verdad, el amor, la presencia que nos alimenta (su cuerpo y su sangre eran el medio), y nos satisface en todas nuestras necesidades espirituales. , emocional y lo que viene de ellos. Y lo probamos (pan y vino) cada vez que lo buscamos, y más que el simbolismo en la Eucaristía.
Comprender las palabras de Cristo siempre representa una oportunidad para la transformación, lo que hace que la vida sea plena y plena, nos satisface por completo en todos los sentidos, y en este mensaje Él habla con fuerza (como dijimos antes), que es Dios quien nos da la gracia de venir a él, quien a través de su rendición y por el amor del Padre y de nosotros, nos da el anhelo, el deseo de buscar la verdadera comida, el Hijo, quien nos lleva a la salvación y finalmente nos lleva a vivir juntos. con el mismo padre.
Juan 6: 35-36
"Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed. Pero he dicho: Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí. yo, nunca lo rechazaré ".
Es necesario ir más allá de lo que es claro y explícito, pero no siempre, ni podemos descartar lo que se dice directamente, las enseñanzas de Cristo tienen estas variantes, mensajes expuestos con fines directos, transparentes y aplicables a los contextos donde se presentan, pero que También se extiende a situaciones y aplicaciones más allá del momento o el pasaje (a veces no tan comprensible), y que son ricas enseñanzas que cruzan los tiempos y los límites o condiciones de quienes las reciben, en lugares y circunstancias más allá tu proclamación Hoy, solo para reforzar, para nosotros los cristianos católicos, ser el pan y el vino, que alimenta y salva, tiene un significado especial y es parte de nuestra doctrina, como un monumento a Cristo, y también como una continuidad de su acción y presencia en Cristo. nosotros y en la iglesia.
Aun así, el mensaje que se encuentra en Juan 6, si leemos no solo los versos presentados, y avanzamos un poco más en el texto, es de una fuerza y poder, visible y notable incluso para los personajes de la época, que incluso en el texto bíblico dicen (en Juan 6:60): "Estas palabras son demasiado duras. ¿Quién puede seguir escuchando eso?" Algo que se alinea con el pensamiento que asimilamos del mensaje de Cristo.
Es Dios quien pone en nosotros la voluntad, el deseo de buscar la salvación, de venir a Cristo. No nos rechaza, y recibirnos nos da las condiciones para entender lo que es bueno, para cambiar con mejores elecciones que podamos hacer. Así es como nos beneficiamos del sacrificio de Jesús al probar su palabra, la verdad, el amor, la presencia que nos alimenta (su cuerpo y su sangre eran el medio), y nos satisface en todas nuestras necesidades espirituales. , emocional y lo que viene de ellos. Y lo probamos (pan y vino) cada vez que lo buscamos, y más que el simbolismo en la Eucaristía.
Comprender las palabras de Cristo siempre representa una oportunidad para la transformación, lo que hace que la vida sea plena y plena, nos satisface por completo en todos los sentidos, y en este mensaje Él habla con fuerza (como dijimos antes), que es Dios quien nos da la gracia de venir a él, quien a través de su rendición y por el amor del Padre y de nosotros, nos da el anhelo, el deseo de buscar la verdadera comida, el Hijo, quien nos lleva a la salvación y finalmente nos lleva a vivir juntos. con el mismo padre.
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Сообщение от Иисуса:
Иоанна 6: 35-36
«Я хлеб жизни. Приходящий ко мне никогда не будет голоден, а верующий в Меня никогда не будет жаждать. Но я сказал: все, что дает мне Отец, придут ко мне. меня, я никогда не откажусь ".
Необходимо выйти за пределы того, что ясно и ясно, но не всегда, и мы не можем отказаться от того, что прямо сказано, учения Христа имеют эти варианты, сообщения, представленные в прямых целях, прозрачные и применимые к контекстам, в которых они представлены, но которые также распространяются на ситуации и применения вне момента или прохождения (иногда не так понятно), и которые являются богатыми учениями, которые пересекают время и пределы или условия тех, кто их получает, в местах и обстоятельствах за пределами ваше провозглашение. Сегодня только для того, чтобы укрепить для нас, католиков, хлеб и вино, которое питает и сохраняет, имеет особое значение и является частью нашего учения как памятника Христу, а также как непрерывность его действий и присутствия во Христе. нас и в церкви.
Несмотря на это, послание из Иоанна 6, если мы читаем не только представленные стихи и двигаемся немного дальше в тексте, имеет силу и мощь, видимую и заметную даже для персонажей того времени, которые в библейском тексте даже говорят (в Евангелии от Иоанна 6:60): «Эти слова слишком резкие. Кто может продолжать слышать это?» Нечто, совпадающее с мышлением, которое мы усваиваем из послания Христа.
Именно Бог вкладывает в нас волю, желание искать спасения, прийти ко Христу. Он не отвергает нас, и получение нас дает нам условия, чтобы понять, что хорошо, чтобы измениться с помощью лучшего выбора, который мы можем сделать. Вот как мы извлекаем выгоду из жертвы Иисуса, доказывая Его слово, истину, любовь, присутствие, которое питает нас (его тело и его кровь были средой), и он удовлетворяет нас во всех наших духовных потребностях. , эмоционально, и что от них исходит. И мы вкушаем Его (хлеб и вино) каждый раз, когда ищем Его, и больше, чем в символике Евхаристии.
Понимание слов Христа всегда представляет возможность для трансформации, которая делает жизнь полной и полной, полностью удовлетворяет нас во всех отношениях, и в этом послании Он решительно говорит (как мы уже говорили ранее), что это Бог дает нам Благодать, пришедшая к нему, который благодаря своей сдаче и ради любви Отца и нас, дает нам стремление, желание искать истинную пищу, Сына, который ведет нас к спасению и в конечном итоге ведет нас к совместной жизни. с самим отцом.
Иоанна 6: 35-36
«Я хлеб жизни. Приходящий ко мне никогда не будет голоден, а верующий в Меня никогда не будет жаждать. Но я сказал: все, что дает мне Отец, придут ко мне. меня, я никогда не откажусь ".
Необходимо выйти за пределы того, что ясно и ясно, но не всегда, и мы не можем отказаться от того, что прямо сказано, учения Христа имеют эти варианты, сообщения, представленные в прямых целях, прозрачные и применимые к контекстам, в которых они представлены, но которые также распространяются на ситуации и применения вне момента или прохождения (иногда не так понятно), и которые являются богатыми учениями, которые пересекают время и пределы или условия тех, кто их получает, в местах и обстоятельствах за пределами ваше провозглашение. Сегодня только для того, чтобы укрепить для нас, католиков, хлеб и вино, которое питает и сохраняет, имеет особое значение и является частью нашего учения как памятника Христу, а также как непрерывность его действий и присутствия во Христе. нас и в церкви.
Несмотря на это, послание из Иоанна 6, если мы читаем не только представленные стихи и двигаемся немного дальше в тексте, имеет силу и мощь, видимую и заметную даже для персонажей того времени, которые в библейском тексте даже говорят (в Евангелии от Иоанна 6:60): «Эти слова слишком резкие. Кто может продолжать слышать это?» Нечто, совпадающее с мышлением, которое мы усваиваем из послания Христа.
Именно Бог вкладывает в нас волю, желание искать спасения, прийти ко Христу. Он не отвергает нас, и получение нас дает нам условия, чтобы понять, что хорошо, чтобы измениться с помощью лучшего выбора, который мы можем сделать. Вот как мы извлекаем выгоду из жертвы Иисуса, доказывая Его слово, истину, любовь, присутствие, которое питает нас (его тело и его кровь были средой), и он удовлетворяет нас во всех наших духовных потребностях. , эмоционально, и что от них исходит. И мы вкушаем Его (хлеб и вино) каждый раз, когда ищем Его, и больше, чем в символике Евхаристии.
Понимание слов Христа всегда представляет возможность для трансформации, которая делает жизнь полной и полной, полностью удовлетворяет нас во всех отношениях, и в этом послании Он решительно говорит (как мы уже говорили ранее), что это Бог дает нам Благодать, пришедшая к нему, который благодаря своей сдаче и ради любви Отца и нас, дает нам стремление, желание искать истинную пищу, Сына, который ведет нас к спасению и в конечном итоге ведет нас к совместной жизни. с самим отцом.
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A message from Jesus:
John 6: 35-36
"I am the bread of life. He that cometh to me shall never hunger, and he that believeth in me shall never thirst. But I have said, Whatever the Father gives me shall come to me. me, I will never reject. "
It is necessary to go beyond what is clear and explicit, but not always, nor can we discard what is directly said, the teachings of Christ have these variants, messages exposed for direct purposes, transparent and applicable to the contexts where they are presented, but which also extend to situations and applications beyond the moment or passage (sometimes not so comprehensibly), and which are rich teachings that cross the times and the limits or conditions of those who receive them, in places and circumstances beyond your proclamation. Today, just to reinforce, for us Catholic Christians, to be the bread and the wine, which feeds and saves, has a special meaning, and is part of our doctrine, as a memorial to Christ, and also as a continuity of his action and presence in Christ. us, and in the church.
Even so, the message found in John 6, if we read not only the presented verses, and move a little further in the text, is of a force and power, visible and noticeable even to the characters of the time, which in the biblical text even say (in John 6:60): "These words are too harsh. Who can keep hearing that?" Something that aligns with the thinking we assimilate from Christ's message.
It is God who puts in us the will, the desire to seek salvation, to come to Christ. He does not reject us, and receiving us gives us the conditions to understand what is good, to change with better choices we can make. This is how we benefit from Jesus' sacrifice by proving his word, the truth, the love, the presence that feeds us (his body and his blood was the medium), and he satisfies us in all our spiritual needs. , emotional, and what comes from them. And we taste Him (bread and wine) every time we seek Him, and more than in symbolism in the Eucharist.
Understanding the words of Christ always represents an opportunity for transformation, which makes life full and fulfills, completely satisfies us in every way, and in this message He speaks forcefully (as we said before), that it is God who gives us the grace to come to him, who through his surrender and for the love of the Father and us, gives us the longing, the desire to seek true food, the Son, who leads us to salvation, and ultimately leads us to live together. with the Father himself.
John 6: 35-36
"I am the bread of life. He that cometh to me shall never hunger, and he that believeth in me shall never thirst. But I have said, Whatever the Father gives me shall come to me. me, I will never reject. "
It is necessary to go beyond what is clear and explicit, but not always, nor can we discard what is directly said, the teachings of Christ have these variants, messages exposed for direct purposes, transparent and applicable to the contexts where they are presented, but which also extend to situations and applications beyond the moment or passage (sometimes not so comprehensibly), and which are rich teachings that cross the times and the limits or conditions of those who receive them, in places and circumstances beyond your proclamation. Today, just to reinforce, for us Catholic Christians, to be the bread and the wine, which feeds and saves, has a special meaning, and is part of our doctrine, as a memorial to Christ, and also as a continuity of his action and presence in Christ. us, and in the church.
Even so, the message found in John 6, if we read not only the presented verses, and move a little further in the text, is of a force and power, visible and noticeable even to the characters of the time, which in the biblical text even say (in John 6:60): "These words are too harsh. Who can keep hearing that?" Something that aligns with the thinking we assimilate from Christ's message.
It is God who puts in us the will, the desire to seek salvation, to come to Christ. He does not reject us, and receiving us gives us the conditions to understand what is good, to change with better choices we can make. This is how we benefit from Jesus' sacrifice by proving his word, the truth, the love, the presence that feeds us (his body and his blood was the medium), and he satisfies us in all our spiritual needs. , emotional, and what comes from them. And we taste Him (bread and wine) every time we seek Him, and more than in symbolism in the Eucharist.
Understanding the words of Christ always represents an opportunity for transformation, which makes life full and fulfills, completely satisfies us in every way, and in this message He speaks forcefully (as we said before), that it is God who gives us the grace to come to him, who through his surrender and for the love of the Father and us, gives us the longing, the desire to seek true food, the Son, who leads us to salvation, and ultimately leads us to live together. with the Father himself.
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Un message de Jésus:
Jean 6: 35-36
"Je suis le pain de vie. Celui qui vient à moi n'aura jamais faim, et celui qui croit en moi n'aura jamais soif. Mais j'ai dit, tout ce que le Père me donne viendra à moi. moi, je ne rejetterai jamais. "
Il est nécessaire d’aller au-delà de ce qui est clair et explicite, mais pas toujours et nous ne pouvons pas écarter ce qui est dit directement. Les enseignements du Christ ont ces variantes, des messages exposés à des fins directes, transparents et applicables aux contextes où ils sont présentés, mais qui s’appliquent également aux situations et applications au-delà du moment ou du passage (parfois de manière moins compréhensible), et qui sont des enseignements riches qui traversent les époques et les limites ou conditions de ceux qui les reçoivent, dans des lieux et circonstances au-delà votre proclamation. Aujourd’hui, il suffit de renforcer, pour nous chrétiens catholiques, le pain et le vin, qui nourrit et sauve, ont une signification particulière et font partie de notre doctrine, en tant que mémorial au Christ, ainsi qu’en tant que continuité de son action et de sa présence dans le Christ. nous et dans l'église.
Même ainsi, le message trouvé dans Jean 6, si nous lisons non seulement les versets présentés et si nous allons un peu plus loin dans le texte, est d’une force et d’un pouvoir visibles et perceptibles même par les personnages de l’époque, qui disent même dans le texte biblique: (dans Jean 6:60): "Ces mots sont trop durs. Qui peut continuer à entendre cela?" Quelque chose qui cadre avec la pensée que nous assimilons du message du Christ.
C'est Dieu qui met en nous la volonté, le désir de chercher le salut, de venir à Christ. Il ne nous rejette pas et nous recevoir nous donne les conditions pour comprendre ce qui est bon, pour changer avec de meilleurs choix que nous pouvons faire. C'est ainsi que nous bénéficions du sacrifice de Jésus en prouvant sa parole, la vérité, l'amour, la présence qui nous nourrit (son corps et son sang étaient le support) et il nous satisfait dans tous nos besoins spirituels. , émotionnel, et ce qui vient d’eux. Et nous le goûtons (pain et vin) chaque fois que nous le cherchons, et plus que dans le symbolisme de l'Eucharistie.
Jean 6: 35-36
"Je suis le pain de vie. Celui qui vient à moi n'aura jamais faim, et celui qui croit en moi n'aura jamais soif. Mais j'ai dit, tout ce que le Père me donne viendra à moi. moi, je ne rejetterai jamais. "
Il est nécessaire d’aller au-delà de ce qui est clair et explicite, mais pas toujours et nous ne pouvons pas écarter ce qui est dit directement. Les enseignements du Christ ont ces variantes, des messages exposés à des fins directes, transparents et applicables aux contextes où ils sont présentés, mais qui s’appliquent également aux situations et applications au-delà du moment ou du passage (parfois de manière moins compréhensible), et qui sont des enseignements riches qui traversent les époques et les limites ou conditions de ceux qui les reçoivent, dans des lieux et circonstances au-delà votre proclamation. Aujourd’hui, il suffit de renforcer, pour nous chrétiens catholiques, le pain et le vin, qui nourrit et sauve, ont une signification particulière et font partie de notre doctrine, en tant que mémorial au Christ, ainsi qu’en tant que continuité de son action et de sa présence dans le Christ. nous et dans l'église.
Même ainsi, le message trouvé dans Jean 6, si nous lisons non seulement les versets présentés et si nous allons un peu plus loin dans le texte, est d’une force et d’un pouvoir visibles et perceptibles même par les personnages de l’époque, qui disent même dans le texte biblique: (dans Jean 6:60): "Ces mots sont trop durs. Qui peut continuer à entendre cela?" Quelque chose qui cadre avec la pensée que nous assimilons du message du Christ.
C'est Dieu qui met en nous la volonté, le désir de chercher le salut, de venir à Christ. Il ne nous rejette pas et nous recevoir nous donne les conditions pour comprendre ce qui est bon, pour changer avec de meilleurs choix que nous pouvons faire. C'est ainsi que nous bénéficions du sacrifice de Jésus en prouvant sa parole, la vérité, l'amour, la présence qui nous nourrit (son corps et son sang étaient le support) et il nous satisfait dans tous nos besoins spirituels. , émotionnel, et ce qui vient d’eux. Et nous le goûtons (pain et vin) chaque fois que nous le cherchons, et plus que dans le symbolisme de l'Eucharistie.
Comprendre les paroles du Christ représente toujours une opportunité de transformation, qui rend la vie pleine et satisfaisante, nous satisfait pleinement de toutes les manières, et dans ce message, il dit avec force (comme nous l'avons dit auparavant) que c'est Dieu qui nous donne la grâce de venir à celui qui, par son abandon et pour l'amour du Père et de nous, nous donne l'envie, le désir de chercher la vraie nourriture, le Fils, qui nous mène au salut et nous mène finalement à vivre ensemble. avec le père lui-même.
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Un messaggio di Gesù:
Giovanni 6: 35-36
"Io sono il pane della vita. Chi viene a me non avrà mai fame, e chi crede in me non avrà mai più sete. Ma ho detto, Qualunque cosa il Padre mi dia, verrà da me. io, non respingerò mai ".
È necessario andare oltre ciò che è chiaro ed esplicito, ma non sempre, né possiamo scartare ciò che viene detto direttamente, gli insegnamenti di Cristo hanno queste varianti, i messaggi esposti a scopi diretti, trasparenti e applicabili ai contesti in cui sono presentati, ma che si estendono anche a situazioni e applicazioni oltre il momento o il passaggio (a volte non in modo così comprensibile) e che sono ricchi insegnamenti che attraversano i tempi e i limiti o le condizioni di coloro che li ricevono, in luoghi e circostanze oltre il tuo annuncio. Oggi, solo per rafforzare, per noi cristiani cattolici, essere il pane e il vino, che nutre e salva, ha un significato speciale e fa parte della nostra dottrina, come memoriale di Cristo, e anche come continuità della sua azione e presenza in Cristo. noi e nella chiesa.
Anche così, il messaggio trovato in Giovanni 6, se leggiamo non solo i versetti presentati e ci spostiamo un po 'più avanti nel testo, è di una forza e un potere, visibile e evidente anche ai personaggi del tempo, che nel testo biblico dicono persino (in Giovanni 6:60): "Queste parole sono troppo dure. Chi può continuare a sentirlo?" Qualcosa che si allinea al pensiero che assimiliamo dal messaggio di Cristo.
È Dio che mette in noi la volontà, il desiderio di cercare la salvezza, di venire a Cristo. Non ci rifiuta e riceverci ci dà le condizioni per capire cosa è buono, per cambiare con le migliori scelte che possiamo fare. È così che beneficiamo del sacrificio di Gesù dimostrando la sua parola, la verità, l'amore, la presenza che ci nutre (il suo corpo e il suo sangue erano il mezzo) e ci soddisfa in tutti i nostri bisogni spirituali. , emotivo e ciò che ne deriva. E lo assaggiamo (pane e vino) ogni volta che Lo cerchiamo, e più che nel simbolismo nell'Eucaristia.
Comprendere le parole di Cristo rappresenta sempre un'opportunità di trasformazione, che rende la vita piena e appagante, ci soddisfa completamente in ogni modo, e in questo messaggio parla con forza (come abbiamo detto prima), che è Dio che ci dà la grazia di venire a lui, che attraverso la sua resa e per l'amore del Padre e di noi, ci dà il desiderio, il desiderio di cercare il vero cibo, il Figlio, che ci conduce alla salvezza e alla fine ci conduce a vivere insieme. con il Padre stesso.
Giovanni 6: 35-36
"Io sono il pane della vita. Chi viene a me non avrà mai fame, e chi crede in me non avrà mai più sete. Ma ho detto, Qualunque cosa il Padre mi dia, verrà da me. io, non respingerò mai ".
È necessario andare oltre ciò che è chiaro ed esplicito, ma non sempre, né possiamo scartare ciò che viene detto direttamente, gli insegnamenti di Cristo hanno queste varianti, i messaggi esposti a scopi diretti, trasparenti e applicabili ai contesti in cui sono presentati, ma che si estendono anche a situazioni e applicazioni oltre il momento o il passaggio (a volte non in modo così comprensibile) e che sono ricchi insegnamenti che attraversano i tempi e i limiti o le condizioni di coloro che li ricevono, in luoghi e circostanze oltre il tuo annuncio. Oggi, solo per rafforzare, per noi cristiani cattolici, essere il pane e il vino, che nutre e salva, ha un significato speciale e fa parte della nostra dottrina, come memoriale di Cristo, e anche come continuità della sua azione e presenza in Cristo. noi e nella chiesa.
Anche così, il messaggio trovato in Giovanni 6, se leggiamo non solo i versetti presentati e ci spostiamo un po 'più avanti nel testo, è di una forza e un potere, visibile e evidente anche ai personaggi del tempo, che nel testo biblico dicono persino (in Giovanni 6:60): "Queste parole sono troppo dure. Chi può continuare a sentirlo?" Qualcosa che si allinea al pensiero che assimiliamo dal messaggio di Cristo.
È Dio che mette in noi la volontà, il desiderio di cercare la salvezza, di venire a Cristo. Non ci rifiuta e riceverci ci dà le condizioni per capire cosa è buono, per cambiare con le migliori scelte che possiamo fare. È così che beneficiamo del sacrificio di Gesù dimostrando la sua parola, la verità, l'amore, la presenza che ci nutre (il suo corpo e il suo sangue erano il mezzo) e ci soddisfa in tutti i nostri bisogni spirituali. , emotivo e ciò che ne deriva. E lo assaggiamo (pane e vino) ogni volta che Lo cerchiamo, e più che nel simbolismo nell'Eucaristia.
Comprendere le parole di Cristo rappresenta sempre un'opportunità di trasformazione, che rende la vita piena e appagante, ci soddisfa completamente in ogni modo, e in questo messaggio parla con forza (come abbiamo detto prima), che è Dio che ci dà la grazia di venire a lui, che attraverso la sua resa e per l'amore del Padre e di noi, ci dà il desiderio, il desiderio di cercare il vero cibo, il Figlio, che ci conduce alla salvezza e alla fine ci conduce a vivere insieme. con il Padre stesso.
